Aidan Gillen: "Luego de Game of Thrones buscaba un personaje que no fuera un villano" y detalla su nueva serie
El actor irlandés Aidan Gillen habló sobre esta nueva ficción y sobre qué significó para su carrera el haber formado parte de un producción tan exitosa como Juego de Tronos.
Uno de los misterios más grandes en la historia de los Estados Unidos es el denominado Libro azul. En ese documento, la Fuerza Aérea norteamericana inició una serie de investigaciones acerca de posibles avistamientos de Ovnis, un fenómeno que hasta ese momento no era tomado con la seriedad requerida.
El comienzo formal del proyecto fue en 1952 y culminó en 1969. A lo largo de esas casi dos décadas, uno de los hombres clave de ese estudio fue el astrónomo J. Allen Hynek, una eminencia en el campo de la ciencia y un profesional que consideraba poco probables las teorías de naves extraterrestres surcando los cielos.
Sin embargo, y a medida que los casos avanzaban, Hynek cambió su postura y comenzó a encontrarse con sucesos que no se podían explicar de forma tradicional. Con el tiempo, su aporte en la materia fue tan grande, que llegó a acuñar las categorías de los encuentros cercanos de primer, segundo y tercer tipo.
Y en la nueva serie del canal History, titulada Proyecto libro azul, Aidan Gillen se pone en la piel del prestigioso científico que redefinió el estudio de los ovnis.
¿Qué te interesó en un primer momento de Proyecto libro azul?
-Luego de trabajar en Game of Thrones durante siete años, estaba buscando un personaje que no fuera un villano como Littlefinger. Tenía ganas de interpretar a un personaje cálido, que al menos en la superficie fuera un buen tipo. Y yo amo el género de esta serie, la época en la que transcurre y que Robert Zemeckis esté detrás de todo es una garantía. Él sabe contar historias de calidad y me gustó la idea de una serie sobre ovnis y ufología.
Al ser un personaje histórico, ¿cómo te preparaste para interpretar al astrónomo J. Allen Hynek?
-¡Que fuera una persona real lo hizo más fácil! A veces no es bueno tener tanta información sobre ese alguien, pero en casos como estos sí lo es. El poder leer los libros que escribió, ver sus entrevistas televisivas e incluso que sus hijos estén disponibles para hablar con ellos... Eso me dio una información muy valiosa para construir el personaje y saber qué es interesante y qué no. Por otra parte, con todo ese material hay que lograr un balance porque a fin de cuentas, de eso se trata el construir un papel, de lograr una combinación entre actor y personaje y ver qué herramientas interpretativas puedo agregarle para apropiarme de él.
-¿Qué fue lo que más te gustó de Hynek?
-Me gusta el hecho de que es alguien con personalidad, que no le preocupa el patear el tablero, que comienza su viaje siendo un escéptico para luego convertirse en alguien que verdaderamente cree en su investigación. Es un tipo cálido, un hombre de familia que se interesa por jugar con sus hijos tanto como estudiar las estrellas binarias y mirar los cielos a través de un telescopio.
-¿Conocías el proyecto Libro azul antes de trabajar en la serie?
-Sabía muy poco, tenía una idea muy vaga acerca de la figura de Hynek a partir de su participación en Encuentros cercanos del tercer tipo. Esa película que me fascinaba de chico y Hynek aparece ahí e incluso trabajó como asesor científico para Steven Spielberg, un director que había leído los libros y artículos de Haynek. Entonces yo sentía que podía identificarme con él y me interesaba el proyecto Libro azul, pero no sabía que el gobierno y la fuerza aérea se había tomado tan en serio a estos fenómenos. Esa investigación llega hasta estos días, con departamentos dedicados exclusivamente a estudiar a los ovnis porque aún se reportan casos de avistamientos con bastante regularidad. También hay algo bastante interesante y es que el gobierno puede o no estar ocultando información, eso nadie lo sabe.
-¿Por estos días te encontrás filmando la segunda temporada?
-Sí, hace dos semanas comenzamos el rodaje. En parte resultó fácil volver a ese mundo aunque pasara un año, porque somos el mismo equipo. La segunda temporada comienza con varios casos conocidos de avistamientos extraterrestres. Los primeros dos episodios se centran en los incidentes de Roswell, en 1947, algo con lo que mucha gente está familiarizada y al día de hoy se sigue hablando del tema.
-¿Por qué piensas que la gente se siente tan atraída por las ficciones que transcurren en décadas pasadas?
-Creo que la nostalgia siempre vende. Nuestra historia transcurre en los cincuenta, una época que se explotó muy bien en el cine y en la televisión, entonces al público le resulta fácil conectar con ese período porque es como si ya la conociera. El otro aspecto de los cincuenta que atrapa mucho es que había una tensión extrema luego de la Segunda guerra mundial, y el mundo se acercaba a la era nuclear. Entonces todo es muy atractivo y el tono de paranoia engancha mucho. Siempre hubo un ingrediente nostálgico en las series dramáticas y a la gente le interesa porque la compara con el mundo tal cual se encuentra ahora.
-¿Cómo cambió tu carrera luego de trabajar en Game of Thrones?
-Seguramente esa haya sido una experiencia que le cambió la vida a todos los que formamos parte durante todos esos años. Fue muy asombroso estar ahí y pertenecer a esa historia con la que gente de todo el mundo se entusiasmaba. En mi caso fue ver como todos se enganchaban con Littlefinger. Es algo que te da mucha visibilidad y probablemente hace más fácil acceder a casting. Sin duda fue muy importante estar en uno de los show más grandes de la historia de la televisión. El público te conoce y todo el tiempo quiere hablarte de Game of Thrones y eso me gusta porque la gente tiene buena onda. Durante una carrera como actor estar en una posición así no es algo que suceda todo el tiempo. Y esos personajes estarán por siempre en la mente del público.
-¿Luego de tantos años en la piel de Petyr baelish, te daba miedo ser etiquetado como alguien que solo podía interpretar villanos?
-Bueno, yo hice muchos papeles de malos, más allá de Game of Thrones, justamente hice uno por ejemplo en Peaky Blinders. Y justamente porque interpreté a muchos villanos es que estaba buscando algo distinto.
-Además tú formaste parte de una de las ficciones más importantes de los últimos veinte años, me refiero a The Wire, ¿qué recuerdos tenés de ese trabajo?
-¡Ni hablar! Soy un gran fan de The Wire. Probablemente mi personaje, Tommy Carcetti, sea el papel favorito de mi carrera. Él era alcalde en esa serie de HBO y la verdad es que no podría imaginar mi vida sin haberlo interpretado.
-¿Y qué análisis haces de las series post The Wire?
-Creo que esa ficción fue realmente de ruptura en cuanto a la forma de contar una historia. Pienso que la tele cambió hacia un lugar más inteligente y que ese cambio empezó con el estreno de Los Soprano y, algunos años atrás, también con Twin Peaks. En parte los guionistas de The Wire establecieron un tono de contar una historia, de forma pausada y a largo plazo. El hecho que esta ficción fuera un éxito entre la crítica creo que llevó a muchos productores a buscar plantear un tipo de historia similar, con un registro más cercano a la novela, con tramas que no necesariamente concluían y que podían mantener una vibra más real. The Wire realmente fue un milagro.